Compromiso, un asunto de pasión

Hay un supuesto que dice que la gente responde a los incentivos materiales, que sólo con el salario la persona se compromete; sin embargo, el compromiso promedio entre los empleados de todo el mundo tan sólo llega al 15%, de acuerdo con Gallup, empresa pionera en el mercado de proveedores de encuestas, que mide el compromiso emocional de los empleados tanto en empresas Fortune 500, como en las pequeñas empresas. 

Un empleado comprometido es aquel que trabaja con pasión, que siente una profunda conexión con su empresa, que impulsa la innovación y hace avanzar a la organización.

De manera que las empresas deben ampliar su concepto sobre lo que significa «compromiso» hoy, y los líderes adoptar prácticas específicas, accionar elementos en el lugar de trabajo que guarden alta correlación con los resultados y la permanencia del negocio, hacerse responsables de lograr el compromiso de sus colaboradores y elevarlo de un programa del área de talento humano, a una estrategia de empresa.

Estamos aprendiendo que el motivo económico, por muy potente que sea, puede ser una fuerza insuficiente tanto para los individuos como para las organizaciones. 

Una fuente de energía igual de potente es tener un propósito, es perseguir una finalidad, y utilizar sus beneficios más como catalizador que como objetivo. Los líderes tienen que encontrar maneras de impregnar las actividades empresariales de ideales profundos, de un propósito que inspire, que sean capaces de sintonizar este con el de sus colaboradores.

Además de asegurar que el trabajo sea significativo se requiere que las personas cuenten con los recursos, las capacidades necesarias para realizar su función, así como  permitir un cierto nivel de autonomía o libertad para controlar algunos aspectos de su trabajo, más aún en el actual contexto donde no podemos entender como “lugar de trabajo” únicamente el puesto de trabajo físico, sino aquellos otros sitios en los que el trabajador puede ejercer sus funciones.

Es rol del líder igualmente fijar los objetivos, establecer metas, ofrecer apoyo,  así como  brindar y capturar retroalimentación de las personas en tiempo real para mejorar continuamente. La inversión en estas prácticas de gestión tiene un impacto tremendo en el compromiso, el desempeño y los indicadores del negocio.

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