Una de las mayores fuentes de estrés es quedarnos juzgando decisiones – situaciones del pasado o angustiarnos por el futuro. El mantenernos en ese estado de oscilación entre el pasado y el futuro, no nos permite ser conscientes de nuestro presente y vivirlo plenamente. Estar en el presente, es dedicar tiempo y atención a lo que está sucediendo hoy, estar enfocados en lo que hacemos y cómo lo hacemos, es conectarnos con las personas y disfrutar de su presencia en nuestras vidas, es vivir cada momento sin afanes, sin la presión del tiempo.
Vivir en el presente nos permite ver lo valioso de la vida, sentir y expresar gratitud, proyectarnos al futuro visualizando espacios de posibilidad, y nos aleja de la futurización desde la que solo vemos los peores escenarios posibles, lo que nos falta, o lo que no lograremos.
Me podría arriesgar a decir que al vivir en el presente cometeríamos menos errores, olvidaríamos menos cosas y se reducirían los accidentes, porque nuestra mente estaría más enfocada, centrada y clara.
Enfocar nuestra atención en el presente nos permitiría sentirnos más tranquilos, estar más conscientes de nuestras acciones, decisiones, conversaciones y emociones. Estaríamos creando permanentemente momentos llenos de significado.
¿Cómo darnos cuenta que no estamos viviendo en el presente?
Preguntémonos cuántas cosas hacemos de modo automático, cuánto tiempo dedicamos a las cosas que son realmente importantes para nosotros, con cuánto afán vivimos nuestros días, cuánto tiempo de calidad compartimos con nuestros seres queridos, qué tan apegados estamos a cumplir una agenda cada vez más llena y complicada? Qué tan preocupados estamos por cosas que no han ocurrido aún, pero no nos dejan disfrutar de pequeños momentos de descanso o diversión?
Vivir en el presente debería ser muy fácil, pero a muchos aún nos cuesta, así que invito, a los que aún no viven en su presente, a que se reten e inicien este nuevo año con metas sencillas que los lleven a estar en el presente, incluyan nuevos hábitos que compitan con los anteriores, o empiecen a indagar sobre ejercicios de respiración, meditación o mindfulness.