“La vida siempre nos da segundas oportunidades, somos nosotros los que no nos las damos”… últimamente vengo escuchando repetidamente esta frase en muchas partes, a diferentes referentes del coaching a los que sigo… Tal vez antes también la dijeron, pero hasta ahora está adquiriendo significado y valor para mí.
Es por eso que quise poner a prueba esa afirmación y me propuse observar si realmente la vida me ha dado segundas oportunidades, y qué he hecho con ellas… y que creen? Si me ha dado muchas oportunidades, y no sólo segundas, también terceras y cuartas, pero no me daba cuenta, no era consciente de ellas y en muchas ocasiones las dejé pasar.
Hoy quiero invitarlos a que revisen cuántas veces han dejado pasar consciente o inconscientemente (no importa) las oportunidades que les da la vida?, qué es eso que no les permitió verlas, o quizá aceptarlas?
¿Cuál es ese observador que se resiste a ver las oportunidades? Qué lo caracteriza?, será que no se siente merecedor? O el lente desde donde observa está demasiado empañado por experiencias anteriores que no le permiten ver? Tal vez le cuesta pedir o recibir?
Qué pasaría si se permiten salir de ese observador, si se retan a ¡abrir su mirada! Si se deciden a descubrir dónde están las oportunidades esperándolos, y sobre todo qué quieren hacer con ellas?